lunes, 17 de mayo de 2010

Filosofías del Mundo

La Escuela de Filosofía desarrolla programas que abran lazos de diálogo entre personas, grupos, naciones, civilizaciones. Si la humanidad espera sobrevivir tiene que abandonar las exclusiones, incluyendo pensamientos "diferentes". Nosotros encontramos filosofía significativa en esos otros mundos, para conocernos mejor pero con otros ojos, con otras formas de pensar.
Este programa permite estudiar los pensamientos y las filosofías de civilizaciones ubicadas fuera del ámbito eurocéntrico. Ofrece la oportunidad única en América Central, de conocer temas de filosofías de: India, China, Japón, Árabe, Afrocaribeña, Afrobrasileña, Náhuatl-Maya, Inca, y otras. Los estudios se refieren a filosofías y pensamientos de tiempos anteriores y también actuales. Más aún, la mitad de esas filosofías que se estudiarán, son americanas, y la otra mitad de Asia y África.
El Calendario Solar de la Filosofía 2010-2011 incluye varias imágenes (con textos) para provocar reflexión sobre esas filosofías del mundo. Durante los meses de Julio y Agosto se estará distribuyendo el calendario. Para obtenerlo contacte con la Escuela.

El Poster separable que acompaña ese calendario, titulado "Chakras del cuerpo sutil", proviene de la India. Es de 1823 y su autor fue Balaki. Es una acuarela sobre fondo oscuro y oro sobre papel. Se pintó en el mayor de los reinos Rajput, en el actual estado indio de Rajastán (Noroeste de la India). El Maharaha Man Singh reinó entre 1803-1843, promoviendo el arte como sus antecesores, en su caso buscando imágenes de conceptos metafísicos y discursos yogas, entre ellos el origen del cosmos, reflejando su interés por cierta tradición esotérica yoga.
Pueden visitar la exposición de arte Rajput en:
MUSEO DE SEATLE http://www.seattleartmuseum.org/visit/visitSAAM.asp

Durante el segundo ciclo 2010 estaremos ofreciendo el curso optativo FILOSOFIA DE LA INDIA, con el especialista Julio Ramírez Mendoza.
Pronto sabremos los cursos y actividades que tendrán lugar en 2011.

miércoles, 12 de mayo de 2010

Convocar Asambleas Universitarias

CONVOCAR SUCESIVAS ASAMBLEAS UNIVERSITARIAS EN LA UNA PARA CONSTRUIR DEMOCRACIA DIRECTA Y PARTICIPATIVA


La UNA necesita mejorar su “democracia”. Se nos ha olvidado, hemos perdido, ya no promovemos la discusión, colectiva y organizada, sobre lo que somos y lo que hacemos. Hace falta que hable y vote todo el estudiantado. Que se “titularice” y recomponga el sector académico para que hable y vote todo el profesorado (académicos y académicas) y no solo un porcentaje minoritario como ahora. Que se puedan reunir frecuentemente las instancias de participación, en especial la Asamblea Universitaria, o al menos la Asamblea de Representantes. “Frecuentemente” conviene que se reúnan esas y otras asambleas (de facultad por ejemplo), para lograr conocernos y hablarnos, para discutir y discurrir sobre la institución. Para lograr entonces participación en un proceso socializado de decisiones políticas. Y superar entonces la “democracia representativa” y “electoral“, que contribuye a la funcionalidad, pero que pide complementarse con otras formas de democracia, llamadas “directas”. Lo cual es posible, viable y de la mayor importancia en la UNA -recordemos que gentes poco “desarrolladas” en comparación con nosotros, ya hace 25 siglos tenían en funcionamiento sistemas políticos de democracia directa, con alrededor de unas 30.000 personas empoderadas con “ciudadanía” (Pese a lo cual, por supuesto, tenían graves problemas de participación, por ejemplo de las mujeres y los esclavos).

Esas frecuentes asambleas generales de la UNA no son difíciles de convocar. Por ejemplo: las instancias correspondientes (Consejo Universitario, Rectoría) podrían haber encontrado algunos problemas en nuestro Estatuto, sobre, digamos, algún aspecto específico (por ejemplo que OTRA VEZ el estudiantado entero vote en los procesos generales de la institución). Esas instancias pueden convocar a una Asamblea para modificar ese o esos (pocos) artículos del Estatuto, con la suficiente anticipación, a la vez que se suscitan y promueven discusiones sobre el asunto específico, en todos los ámbitos.

Podríamos de esta y otras maneras abordar dos asuntos: primero el señalado de avanzar hacia formas superiores de democracia directa (como antídoto y ejemplo para lo que sucede extramuros), y segundo el enfrentar las dificultades operativas derivadas del marco estatutario vigente. Este “proceso incremental de democratización“, u otros posibles, se tornan urgentes y necesarios. Pues a “los viejos” de la UNA ya casi se nos olvidó qué es eso de participar colectiva e intensamente en la gestión política de nuestro propio quehacer académico, y los nuevos y las nuevas en la academia de la UNA -así como todo el estudiantado-, no han tenido la oportunidad, ni han podido demandar, esas participaciones. (Subrayo lo colectivo, por las sinergias sociopolíticas que propicia) Es obvio que en su misma forma de vida política actual, la UNA no aporta al proceso político nacional, sino que más bien tiende a verse arrastrada por él, hacia tremedales y despeñaderos de anomia y autoritarismo, tecno burocracia y clientelismo. Es decir, la actividad política hasta se sataniza, y se la sustituye por procedimientos “técnicos” y “jurídicos” (de los que “no se puede” discrepar y casi ni interpretar).

Lo anterior supone, sin embargo, que la UNA pueda empezar a reorientarse, alejándose del modelo de universidad pública comercial y acercándose a un nuevo modelo de “universidad social” (bajo el lema martiano de “pensar es servir”), que resulte apropiado para determinadas personas, grupos y sectores sociales costarricenses (habría que definir y establecer -o restablecer- quiénes serán esos y esas costarricenses y habitantes del país con quienes interactuaríamos).

Eduardo Saxe Fernández