viernes, 23 de abril de 2010
Re-inauguración sala Erasmo
Durante la re-inauguración de la Sala Erasmo de Rotterdam, el Dr. Eduardo E. Saxe Fernández pronunció el siguiente mensaje.
21 de abril de 2010
Eduardo E. Saxe Fernández,
Director
Escuela de Filosofía
Sr. Rector
Sr. Embajador del Reino de los Países Bajos
Sra. Decana
Profesores y profesoras,
Estudiantes
Sres y sras.
A nombre de esta Escuela de Filosofía, quiero trasmitirle a los representantes diplomáticos de Holanda, así como al Rector, nuestro agradecimiento por el apoyo que hace posible, hoy, reabrir oficial y modestamente, el espacio de reflexiones y discusiones filosóficas, la SALA ERASMO DE ROTTERDAM.
La Filosofía casi fue destruida en la UNA sobre todo durante los años 1998-2003. En otra oportunidad mencionaré las causas de ello. Lo cierto es que se eliminaron todos los cursos filosóficos en todas las carreras, mientras que la planta de profesores/as se redujo de más de cuarenta a menos de veinte, y los emblemas y símbolos de la unidad académica fueron borrados y casi olvidados. Desaparecieron la Biblioteca y Centro de Documentación Jaime González Dobles, la Plaza Constantino Láscaris Comneno (filósofo Benemérito de la Patria), y la Sala Erasmo de Rotterdam.
Pero la Filosofía ha empezado a reconstituirse, la UNA ha empezado a percatarse de la importancia que reviste para el estudiantado y el profesorado, conocer las teorías y problemas éticos, y disponer de instrumentos lógicos y epistemológicos para abordar las temáticas o disciplinas que se estudien o investiguen.
La Sala que hoy reinauguramos se estableció en 1993, como expresión de nuestra voluntad de diálogo y paz, en tanto fundamento de la discusión filosófica y de la misión académica de la UNA. El notable muralista y pintor chileno Julio Escámez, gran estudioso de la historia de las artes y las humanidades, en aquella oportunidad realizó la magnífica representación de El elogio de la locura que cuelga en el recinto erasmiano.
El espacio al que nos referimos si acaso tiene algunos metros cúbicos de dimensión, pero que, sin embargo, albergan importantes actividades, no tanto las reuniones del Consejo Académico de la Escuela, sino sobre todo los cursos del Doctorado y de la Licenciatura que se imparten, así como las continuas reuniones de trabajo académico que llevan a cabo estudiantes y profesores/as. Las discusiones que se realizan en la sala son de las más importantes, filosóficamente, que hay en la UNA. Los pensamientos que se articulan y articulen en ella, sin duda redundan y redundarán en contribuciones para el mejoramiento del país y del mundo.
La reinauguración de esta Sala tiene gran significación para la Escuela de Filosofía y para la UNA. Expresa una característica propia nuestra, que encuentra antecedentes y fundamento (entre otras) en las posiciones de Erasmo sobre la política, las ideologías, las religiones, las ciencias y las filosofías. Efectivamente, el lema de la Escuela hoy ya refleja justamente esa postura, ese renacimiento: PENSAMOS DIALOGANDO.
Diálogo, para evitar y para superar unilateralismos o totalitarismos, exclusivismos y exclusiones, racismos, confrontaciones, humillaciones, odios y dominaciones.
Diálogo, porque se trata de relaciones discursivas entre sujetos, moviéndonos más allá, entonces, del individualista cógito cartesiano. Nosotros pensamos, decimos, y lo hacemos cuando, y si, dialogamos. Consecuentemente, hacen falta las condiciones para el diálogo: reconocimiento, respeto, comprensión, solidaridad, admiración y placer. Diálogo y paz, como proclamaba y practicaba Erasmo, entonces, porque sin paz no pueden existir los diálogos.
La impronta erasmiana en nuestra Escuela de Filosofía, así, nos inspira, nos orienta y nos presenta ante esos y esas “otros” y “otras” con quienes dialogamos y queremos dialogar. Al evocar a Erasmo evocamos también, paralelamente, nuestra propia historia como Escuela. Pues al igual que Erasmo en aquellas transiciones entre la Edad Media y el Renacimiento (Ver ilustraciones), nosotros venimos desde la oscuridad del olvido y la exclusión, que sufrimos durante el auge del neoliberalismo globalista académico en la UNA, renaciendo e intentando levantarnos y articular nuevas conversaciones y discusiones con todos y todas.
Sin duda, para la Escuela de Filosofía, el pacifista dialogante teólogo humanista filólogo filósofo, Desiderio Erasmo, de Rotterdam, es y será un faro iluminador y orientador.
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